Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido - Reseña crítica - Walter Riso
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Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido - reseña crítica

Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido Reseña crítica Comienza tu prueba gratuita
Sexo y relaciones

Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido - Una guía para sacarse al ex de la cabeza y del corazón

Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.

ISBN: 9786075272627

Editorial: Zenith

Reseña crítica

A través de casos clínicos y anécdotas personales, Walter Riso diseña un camino para superar el dolor del desamor. Terminar una relación es sólo el comienzo. Lo que sigue es un proceso de reconstrucción y redefinición del yo, de tus valores personales e incluso de tu filosofía de vida. No es fácil, pero el resultado vale la pena. Este libro te acompañará y guiará en esta transformación. ¿Estás preparado?

Acepta la separación

Para empezar, es importante aceptar que el desamor puede llegar por muchos motivos, nadie descubre de repente que no ama a su pareja y decide irse. El desamor se va formando poco a poco, de forma inconsciente hasta que la persona que lo siente no puede ignorarlo más. Mientras que, para quien lo sufre, genera desolación y decepción. No todas las pérdidas se procesan igual. Tampoco sirve de mucho buscar culpables. Y es obvio que no existen excusas para ser maltratado física o emocionalmente, pero lo importante es que te concentres en ti mismo. En recuperar tu estabilidad emocional y tu vida en general.

Factores como tu personalidad, autoconfianza, sistema de valores o la historia afectiva de la pareja pueden determinar la duración y la intensidad del duelo. Sin embargo, y a pesar de que cada proceso es único en sí mismo, Riso establece siete momentos: aturdimiento/negación, anhelo/recuperación, búsqueda de explicaciones, ira/indagación, culpa/humillación, desesperanza/depresión y recuperación/aceptación. Puedes saltarte alguno o vivir alguna etapa más de una vez pero, en general, todos hemos pasado por todos en algún momento.

Ante todo, es fundamental que estés seguro de que volver a sentirte bien contigo mismo es posible y está a tu alcance. Existen estrategias para brindar racionalidad a tus pensamientos y sentimientos, y que respetarán al mismo tu proceso de cura. Al final, todo el sufrimiento habrá sido útil porque serás una persona diferente, más experimentada y con un mayor autoconocimiento.

Regresemos al proceso. Si pensamos de forma racional –por difícil que sea- la primera etapa de negación no tiene sentido ni futuro. Si la ruptura afectiva es un hecho, ya está, acabó, es la realidad. Tu ex ya no es tu pareja. Nadie tiene la obligación de amarte ni debes culpar a nadie por dejar de quererte. Y recuerda lo siguiente: el motivo que te hace llorar y lamentarte tanto hoy, probablemente te parezca insignificante en el futuro.

Si hoy no consigues vivir sin tu pareja, si significa todo para ti, está claro que tienes un problema: el amor no debería significar dependencia. Porque esa persona puede irse, está en su derecho. Si eso ocurre, ¿qué harías? Aquí entra la primera herramienta: tener un Plan B. Es decir, estar preparado para vivir intensamente, incluso si terminas con tu relación. Contar con intereses propios, actividades que puedas disfrutar y amigos y familiares con quien compartir la vida. Dedicar tiempo a una pareja es importante, pero llegar al punto de aislarse de las demás áreas de la vida nunca es positivo. Los amores saludables no anulan, suman.

Entonces, desarrolla estos gustos. Vuélvete capaz de abrazar la soledad. Conócete a ti mismo. Comprende que hay cosas que no puedes –ni podrás- controlar, como los sentimientos ajenos. Desarrolla un espíritu de independencia y aventura. Y adquiere un interés vital por alguna causa que te apasione y dé sentido a tu vida.

Algunas de las preguntas más comunes que nos hacemos durante un duelo afectivo son:

  • ¿Por qué no vi venir el desamor de mi pareja? Quizás ocultó su desinterés emocional o tú te acostumbraste a su indiferencia. De cualquier manera, no permanezcas con esa pregunta en la mente. Cualquier incógnita sobre la pérdida puede volverse obsesiva y afectar a tu duelo.
  • ¿Hasta dónde soy culpable de lo que ocurrió? Si tienes esta duda, piensa en profundidad cuánta culpa te corresponde y asúmela. Pero no te castigues por ello, busca obtener un aprendizaje. Intenta mantener siempre la cabeza fría y el autorrespeto.
  • ¿Es posible que se arrepienta y quiera volver? Lo que importa aquí es si ese escenario realmente valdría la pena. ¿A qué lugar buscas regresar? ¿Esa relación era extraordinaria? ¿Te hacía crecer? ¿Volverías tranquilo, sabiendo todo lo que sabes ahora de la relación? ¿Cómo te asegurarías de que no suceda lo mismo? Si el otro se fue y ahora se arrepiente, ten en cuenta por qué te dejó en su momento. Cuáles fueron sus motivos. Si se tienes claro lo que sucedió, las segundas oportunidades tienen más oportunidades de funcionar. Aun así, ten en cuenta que la vida tiene que ser algo más que resolver problemas todo momento. Un amor dubitativo puede agotar a cualquiera.

Aunque esté demás decirlo, es importante que extiendas el duelo a todo lo que rodea a tu ex pareja. Trata de no saber nada sobre su vida. Si debes seguir viéndolo, pídele que no te cuente nada sobre él/ella. Como si fuera una droga, el desamor se combate dejándolo definitivamente. Los únicos vínculos que debes mantener, en caso de que existan, son los hijos.

Tampoco busques encontrar a tu ex “por casualidad”. Y si, por acaso, descubres que ya está con otra persona, no mantengas rencores. Por más difícil que sea de entender y aceptar, deja que sea feliz. Su vida ya no te involucra.

Pero ¿qué pasa si la etapa de negación es muy fuerte? ¿Si “disfrutas” del dolor de recordar a tu ex? Porque aceptémoslo, puede pasar. Normalmente hacemos esto para alimentar la esperanza de recuperar al otro. Por eso necesitas enfrentar la estructura obsesiva que has incorporado. Existen tres modelos obsesivos que podrías padecer:

  • Cascada de imágenes: sin razón aparente, comenzarás a recordar un momento tras otro de la relación. No les des espacio para crecer. Pelea contra los recuerdos reemplazándolos o eliminándolos. Y no entres en el juego de confundir lo real con lo imaginario. Que las imágenes no te dominen.
  • Correlaciones amorosas: “todo me recuerda a ti”. Siempre habrá algo que te vincule a tu ex, porque compartieron tiempo y experiencias juntos. Pero hoy, tu prioridad es tu salud mental. Si entras en este círculo de correlaciones, nunca llegarás a saciarte. Siempre te quedará un vacío por llenar. Comprende que esa cotidianeidad que te unía al otro, ese lazo, sólo existe en tu mente. Ya no es real. Es cruel decirlo, pero también es sensato a largo plazo. Utiliza tu memoria para recordar lo que vale la pena, lo que te haga crecer como persona. Y busca que tu mente se relaje para que pueda funcionar en libertad.
  • Pensamiento nostálgico: “qué será de ti”. Es muy común querer saber qué está haciendo tu ex. Puedes llegar a construir una estructura melancólica para encerrarte en ella, llegando a disfrutarla. Olvídala. Evita caer en el “que hubiese pasado si…”. Necesitas vivir en el presente para poder volver a ser quien eras y crecer como persona.

Una técnica de negación muy utilizada es el sesgo afectivo. O sea, ver amor donde no lo hay. Justificar a tu pareja por haberse ido y confiar en que se dará cuenta de su error y volverá. Esto lleva a un duelo incompleto que no resiste a la contundencia de los hechos: tu ex se fue para siempre. No construyas este tipo de fantasías que solo dañarán tu mente. Asume lo que sucedió. Sé valiente y no le escapes a la realidad.

Llegará un punto en donde te cansarás de tanto sufrimiento, y en ese punto sabrás que habrá llegado la hora de avanzar. Terapia, limpieza espiritual, tiempo con amigos o familia. Encontrarás la manera. Busca distraerte (conversar con otros, hacer ejercicio, leer un libro, meditar, etc.) para conectarte de nuevo con el mundo real. Evita actividades que te recuerden la relación, como hablar sobre tu ex, ver fotos viejas u oír músicas tristes. No le facilites el trabajo a la depresión.

Incluso puede ser que idealices a tu ex. Para esto existe un buen ejercicio: haz una lista de pros y contras. Lo bueno y lo malo de la relación. Es obvio que los vínculos no son blancos o negros y que existen matices grises en el medio. Pero intenta ser objetivo y pensar en todo lo que sabes sobre cómo era la relación. Escribir puede generar más ideas que hablar, y puedes volver a leerlo un tiempo después.

Si la duda sobre un posible regreso te está matando, puedes intentar preguntarle a tu ex si aún te ama. Pero antes, ten en cuenta algo. Incluso si su respuesta es afirmativa, es importante que identifiques cómo te ama, si ese amor llenaba o llenará tus expectativas y si podrá hacerte feliz. Recuerda: “una separación es una situación de crisis, y una crisis también significa una oportunidad”.

Atravesando el duelo

Para afrontar cualquier proceso de transformación es bueno contar con ayuda. Pero, en este caso en particular, debes asegurarte de que la compañía sea la indicada. Presta atención: puede que algunas personas de tus círculos sociales sean tóxicas. Si un amigo no deja de recordarte a tu ex, te culpa por el término de la relación o se dedica a criticarte, aléjate. No debes justificar las actitudes de quien te lastima ni aguantar su presencia.

Limpia el ambiente de estímulos negativos y rodéate de afecto y tranquilidad. Estás en una etapa de recuperación, necesitas calma. La regla de la dignidad se aplica a cualquier tipo de relación -incluso familiares-: si no te quieren ni te tratan bien, no te merecen. Y no lo dudes, existen personas que pueden quererte de forma saludable.

A pesar de contar con apoyo externo, es probable que tus ganas de revivir la relación sean muy fuertes. Tu herramienta principal, en este caso, es el pensamiento racional. Por eso, el autor propone cuatro preguntas claves sobre las que deberías reflexionar:

  • ¿Qué te hace pensar que tu ex ha cambiado? ¿Demostró algo diferente a lo que ya conoces?
  • ¿Cuánto has cambiado tú desde la separación? ¿Conseguiste calma desde que terminó? ¿Tus prioridades han cambiado?
  • ¿Todavía amas realmente a tu ex? Si estás regresando por el qué dirán, por tus hijos en común, por miedo a la soledad o porque no conseguiste a nadie más, frena en este instante.
  • ¿Tienes la paciencia necesaria para recomenzar? Ten en cuenta que las ganas no son suficientes para recuperar una relación. Se necesita deseo, amistad/comunicación (compañía, humor, proyectos comunes) y ternura/compasión (empatía, querer cuidar al otro y estar ahí para él/ella). Piensa si tú y tu ex cuentan con esas fuerzas en este momento.

Otro gran recurso para controlar tus pensamientos consiste en dudar de ellos. Sí, aunque parezca extraño, no debes confiar en todo lo que pasa por tu cabeza. Intenta observar la situación desde fuera, de un modo frío y objetivo -si lo haces, cada vez será más fácil-. ¿Qué dispara esos pensamientos? ¿Forman parte de la realidad o sólo estoy creando historias en mi cabeza? ¿Me sirve esta manera de pensar? ¿Me estaré engañando a mí mismo?

Si llegaste hasta este punto, probablemente quieras comenzar a salir con otras personas. Y eso es muy saludable, siempre y cuando estés preparado. Si esta búsqueda surge para “llenar” un vacío interno, para sustituir a tu ex ausente, desiste. No te apures. Date un tiempo para sanar, para ocuparte de ti mismo. Lo último que quieres es involucrar a un tercero en tu actual y complicada vida emocional.

Pero sobre todo, como Walter Riso afirma en el noveno capítulo, confía en tus capacidades de reinventar tu vida, de empezar de nuevo, de volverte a enamorar algún día, de ser feliz, de ser coherente con tu esencia y de seguir viviendo en plenitud. Se trata de pequeños pasos que darás cada día. Poco a poco, la pérdida dolerá cada vez menos y te sentirás mejor al ver tu progreso.

En medio de este proceso, existe algo que no debes olvidar: el autocuidado. No te castigues por el pasado, aprende de tus errores y las experiencias que viviste. Como todos, tienes cosas positivas y otras que puedes mejorar. Si quieres criticarte, hazlo con respeto y de forma constructiva. Deja atrás los totalitarismos y busca las conductas concretas. Pero el autocuidado no es sólo emocional. También debes cuidar tu cuerpo. Aliméntate adecuadamente, duerme bien, mantén tu higiene personal y limpia tu hogar. Todo esto repercutirá también a nivel psicológico.

Es casi un hecho que habrás mejorado en una gran cuestión: tendrás mayor conocimiento sobre lo que quieres para ti, para tu vida y tus futuras relaciones. Y esto tiene que ver con tu mejor herramienta para todos los aspectos de la vida: el autoconocimiento. Saber cómo eres, qué quieres y qué no. Cuáles son tus fortalezas y tus debilidades. Este es el primer paso para iniciar una relación saludable y funcional. Y no permitas que una relación negativa determine quién eres. Sólo se trató de un capítulo más de tu vida y, como los restantes, se encuentra en el pasado.

Puede que el camino para superar la pérdida requiera de un ritual, público o privado, que permita aceptar los hechos y dejarlos atrás. Puede que necesites desde escribir una carta a tu ex para luego quemarla hasta organizar una fiesta con tus amigos para celebrar tu separación. Las posibilidades son infinitas y lo que funciona a algunos quizás no funcione para ti. Encuentra el método indicado para alcanzar tu bienestar.

Reinvéntate a ti mismo

En este camino que puede ser duro y desafiante, debes recompensarte. Con algo material o simplemente verbal. Eres especial, así que siéntete especial. Crea un ambiente motivacional formado por placeres y cosas que te interesen. Utiliza el amor propio como fuerza para eliminar el autocastigo.

Haz las cosas que disfrutabas antes, incluso cuando parezcan no tener sentido. No necesitas sentirte bien para empezar, sino que administrándote placer y bienestar es como te sentirás bien.

En la vida vamos a vivir situaciones donde la realidad habrá cambiado y deberemos cambiar también nosotros. Acontecimientos como una ruptura pueden ser la oportunidad ideal para que renueves tu visión del mundo y tus creencias. Pregúntate qué quieres hacer con tu vida y qué es lo que realmente te gusta.

Nunca es tarde para cambiar, y ya no eres la misma persona que al principio. Habrá tropiezos, pero serán cada vez menos incómodos. Apóyate en el autorrespeto y la dignidad y aprovecha para probar, explorar e investigar.

Aprende a reírte de ti mismo, activa tu curiosidad sobre todo aquello que alguna vez te interesó. Descubre nuevas facetas de tu persona. Aprende a tocar un instrumento, practica un deporte, sal a caminar por la ciudad sin un destino fijo, organiza una cena con tus amigos, visita a tu familia. El mundo está ahí para vivirlo. Tú decides cuánto lo aprovecharás. La mejor parte es que nadie te arrebatará tu persona: siempre estarás ahí para ti.

Todo lo que sufriste puede transformarse en experiencia, autoconfianza y gratitud por lo que te rodea. Sabrás que tu felicidad depende exclusivamente de ti. Tus relaciones serán más maduras y sanas. Tus prioridades y valores personales cambiarán. Para ilustrar este proceso, Walter Riso introduce una frase del autor George Bernard Shaw: “La vida no se trata de encontrarte a ti mismo, la vida se trata de crearte a ti mismo”.

Cuando consigas desarrollar esa libertad emocional, también podrás perdonar a tu ex, si lo crees necesario. Perdonar no es olvidar, sino recordar sin dolor ni rencor. Finalmente, con este último paso lograrás superar la ruptura.

Notas finales

Walter Riso nos demuestra que, ante una pérdida, somos los únicos responsables de superarla. Aunque claro, podemos buscar herramientas y recursos útiles que nos guíen en este trayecto.

Este libro es muy recomendable, ya sea si estás pasando por un duelo afectivo, si lo viviste en el pasado o si quieres aprender más sobre relaciones personales. Puede darte un amplio conjunto de herramientas para generar vínculos maduros y saludables en tu vida.

Lo importante es tener siempre presente que es posible desprenderse y seguir, renovar nuestra capacidad de amar. Entendernos más y mejor.

Descubrirás que tienes enfrente un mundo repleto de oportunidades y posibilidades listas para aprovecharlas. Bienvenido a tu nueva vida.

Tip de 12’

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¿Quién escribió el libro?

Es doctor en Psicología, especializado en terapia cognitiva y bioética, y con una trayectoria como psicólogo clínico de más de 30 años. Su nombre es conocido alrededor del mundo debido a la... (Lea mas)

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